viernes, 31 de julio de 2009

Democracia. En Ciudad Política

Hoy, en cambio, los Estados democráticos están, si bien en diferente medida y matiz, gobernados bajo la democracia representativa, sólo en algunos casos combinada con elementos de democracia directa como el referéndum. [...]La democracia directa, es decir, el sistema en el que los ciudadanos tienen el derecho de tomar las decisiones que les atañen, y no sólo de elegir a las personas que decidirán por ellos, ha quedado un ideal límite, cuya fuerza propulsiva no ha decaído, en especial desde que la cada vez más rápida difusión de las computadoras permite que un gran número de personas voten a distancia sin que sea necesario que se reúnan en una plaza pública o en una asamblea, eliminando de golpe el límite, del que estaban conscientes los partidarios de la democracia directa como el propio Rousseau, por el que esta forma de democracia era posible en los Estados pequeños. Se ha dicho, aunque de manera paradójica, indicando más una inclinación que una verdadera propuesta institucional, que la democracia del futuro podría asemejarse a la democracia del pasado más que a la del presente.Así y todo, la democracia directa y la representativa tienen en común el principio de legitimidad o, en otras palabras, el fundamento de la obligación política, esto es, el principio según el cual el poder es aceptado como legítimo y como tal debe ser obedecido.



Norberto Bobbio. Democracia.